Los 54 pasajeros de un vuelo de Iberia que debía despegar de Barcelona con destino a Eivissa tuvieron que desembarcar del avión y pasar la noche en la Ciudad Condal porque el comandante de la aeronave se negó a volar con dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía de paisano que iban armados y que, según insistieron ayer desde Iberia, no pudieron acreditar que viajaban en comisión de servicio. Iberia explicó que el comandante pidió a los agentes que facturaran sus armas y que estos se negaron, por lo que decidió no despegar.

Las leyes españolas dicen que en el interior de los aviones sólo pueden viajar armados los agentes de los Cuerpos de Seguridad del Estado y sólo cuando se encuentran en comisión de servicio, una circunstancia que, según Iberia, no pudieron acreditar estos dos policías nacionales que volaban de Barcelona a Eivissa. Se trató del vuelo 1178, que debía haber despegado a las 21,45 del pasado sábado.