Un alemán se sentó ayer en el banquillo de los acusados frente a la juez del Juzgado de lo Penal número de 2 de Eivissa bajo la acusación de haber cometido un presunto delito de intrusismo. K.K.M. está acusado por el Colegio de Podólogos de Balears de hacerse pasar por profesional de este ramo sin disponer de la titulación.

Por este supuesto delito, el fiscal pidió para él una pena de presión de un año. La acusación particular, el Colegio de Podólogos de Balears, solicitó para el alemán la misma pena de prisión, a lo que hay que sumar una indeminización de 3.000 euros para la institución. Por su parte, la defensa de K.K.M. pidió para su cliente la absolución total, pues considera que el alemán no incurrió en ningún delito.

El acusado presentó en su defensa un título alemán en el que se le acredita como persona autorizada para realizar «cuidados del pie», un título para el que es necesario realizar un curso de tres meses de duración. La defensa explicó que el acusado estaba realizando los trámites en el Ministerio de Sanidad para la convalidación de este título. Tanto el fiscal como el Colegio de Podólogos insistieron en que el acusado se publicó como podólogo sin serlo, ya que en cualquiera de los casos debería haberlos hecho como pedicuro. Las acusaciones también hicieron notar que en su establecimiento de Santa Eulària instaló un letrero con su nombre en el que se decía que era «podólogo», al igual que en las tarjetas de visita.