Un senegalés muestra el retrato de un familiar al que manda el dinero que gana.

Casi todos los africanos detenidos en la redada policial que tuvo lugar en Sant Antoni en la madrugada del pasado jueves han quedado en libertad sin ni siquiera pasar por el juzgado. Representantes de la comunidad senegalesa en la isla afirmaron ayer que, como hicieron en otra ocasión, piensan volver a interponer una denuncia al considerarse «perseguidos y vejados por un continuo acoso policial». La anterior denuncia, al parecer, fue archivada, según comentó uno de los implicados.

Éstos afirmaron que tan sólo dos de los 26 detenidos no tenían su residencia legal en España y que, al mediodía de ayer, sólo quedaba en Comisaría un grupo de cinco senegaleses después de que el resto de sospechosos recuperara paulatinamente su libertad tras concluirse las diligencias policiales. La puesta en libertad de los sospechosos no significa que el juzgado posteriormente no pueda requerirles para cualquier trámite o juicio de acuerdo con las medidas que el juez estime oportuno tras el atestado que presente en el juzgado la policía.

«Lo que más rabia nos ha dado es que nos han hecho firmar papeles sin asistencia de abogado ni de traductor. Muchos han firmado sin saber qué ponían los papeles porque, después de muchas horas en Comisaría, lo único que querían era quedar libres», explicó uno de los portavoces de los senegaleses. La mayor parte de los detenidos, entre ellos dos mujeres, se concentró al mediodía de ayer frente a los juzgados para «protestar por lo que nos está ocurriendo». Todos ellos fueron arrestados en una redada en la que se aprehendieron cien pastillas de éxtasis y efectos, éstos últimos, propios de la venta ambulante en un operativo que concluyó tras llevarse a cabo tres registros en locutorios de Sant Antoni. Entre los artículos decomisados, de cuya naturaleza y número no ha informado oficialmente Comisaría, había también supuestamente objetos robados y cds y dvds piratas.