Los vigilantes se manifestaron en el año 2003 en apoyo del detenido (en la imagen de uniforme) cuando iba ser trasladado.

Lucio Manuel del Valle, presidente de la Asociación de Vigilantes de Seguridad (vinculada a CCOO), y su esposa fueron detenidos por agentes de la Guardia Civil en la madrugada del pasado miércoles como presuntos responsables como autor y cómplice de la desaparición de 308.000 euros que se custodiaban furgones de la empresa Prosegur.

La mujer, también empleada en otra firma de vigilancia y con puesto de trabajo en el aeropuerto de Eivissa, quedó libre enseguida después de que los agentes le tomaran manifestación. Su marido quedó a primera hora de la tarde de ayer en libertad después de pasar a disposición judicial y de que un familiar próximo avalara con un documento una fianza de 6.000 euros, cantidad que tendrá que ser depositada este lunes para evitar la prisión en régimen preventivo. Éste negó ante el juez ser autor de ningún robo y afirmó que todo el dinero requisado procedía de negocios limpios. Según los datos recogidos por este diario, el vigilante detenido, independientemente de lo que determine la investigación judicial, tenía negocios particulares de compraventa de caballos.

La detención se realizó, al parecer, en un domicilio de Jesús, una casa que según las informaciones recogidas por este periódico se está pagando con una hipoteca. Todo ello después de que investigaciones de la Policía Judicial tras una denuncia de Prosegur, empresa para la que trabajaba el principal sospechoso, informara de la desaparición de una saca. La empresa también informó de la posibilidad de que se hubieran producido otras dos 'mordidas' desde al menos hace dos años. Estas anomalías se constataron en el aeropuerto cuando llegaban importantes cantidades de dinero que tenían que ser custodiadas.

El acusado no fue nunca responsable directo de las sacas donde Prosegur encontró las irregularidades, según distintas fuentes. Al menos dos compañeros de vigilantes fueron investigados internamente por la empresa y, según varias fuentes, éstos tuvieron serias dificultades laborales hasta que quedaron libres de toda sospecha. La Guardia Civil realizó numerosas pesquisas desde que se realizó la denuncia, buceando entre los profesionales de la seguridad privadas con extrema discreción. Tras una larga y compleja investigación se hallaron pruebas supuestamente «muy incriminatorias» que se plasmaron en la pasado miércoles con la detención de Lucio Manuel del Valle, natural de Valladolid y afincado durante muchos años en Eivissa. Los agentes se han incautado en esta operación de 92.030 euros, dinero que se cree procedente de una última saca sustraída y que se da por recuperado. El fiscal, en un primer paso de la instrucción del caso, consideró que se podía estar ante un presunto delito de apropiación indebida.

Un portavoz de la Asociación de Vigilantes de Seguridad pidió tras conocerse la detención de Del Valle que «no se hicieran juicios paralelos». Todo ello haciendo especial hincapié en que debe haber el máximo respeto para éste y su familia ya que el caso está pendiente de una investigación judicial de la que aún no hay ninguna resolución acusatoria. Amigos del vigilante también recordaron que Lucio del Valle es una persona que ha tenido «múltiples problemas» con la empresa con la que trabajaba desde 1999 por ser uno de los principales impulsores del asociacionismo dentro del sector de la seguridad privada. De hecho, un grupo de vigilantes se manifestaron hace dos años en apoyo de su compañero cuando se le comunicó a éste su traslado a Palma. Muchos de ellos levantaron su voz al considerar que esta había sido una medida adoptada por la empresa por el talante reivindicativo y sindical de su compañero.