Lucio Manuel del Valle, presidente de la Asociación de Vigilantes
de Seguridad (vinculada a CCOO), y su esposa fueron detenidos por
agentes de la Guardia Civil en la madrugada del pasado miércoles
como presuntos responsables como autor y cómplice de la
desaparición de 308.000 euros que se custodiaban furgones de la
empresa Prosegur.
La mujer, también empleada en otra firma de vigilancia y con
puesto de trabajo en el aeropuerto de Eivissa, quedó libre
enseguida después de que los agentes le tomaran manifestación. Su
marido quedó a primera hora de la tarde de ayer en libertad después
de pasar a disposición judicial y de que un familiar próximo
avalara con un documento una fianza de 6.000 euros, cantidad que
tendrá que ser depositada este lunes para evitar la prisión en
régimen preventivo. Éste negó ante el juez ser autor de ningún robo
y afirmó que todo el dinero requisado procedía de negocios limpios.
Según los datos recogidos por este diario, el vigilante detenido,
independientemente de lo que determine la investigación judicial,
tenía negocios particulares de compraventa de caballos.
La detención se realizó, al parecer, en un domicilio de Jesús,
una casa que según las informaciones recogidas por este periódico
se está pagando con una hipoteca. Todo ello después de que
investigaciones de la Policía Judicial tras una denuncia de
Prosegur, empresa para la que trabajaba el principal sospechoso,
informara de la desaparición de una saca. La empresa también
informó de la posibilidad de que se hubieran producido otras dos
'mordidas' desde al menos hace dos años. Estas anomalías se
constataron en el aeropuerto cuando llegaban importantes cantidades
de dinero que tenían que ser custodiadas.
El acusado no fue nunca responsable directo de las sacas donde
Prosegur encontró las irregularidades, según distintas fuentes. Al
menos dos compañeros de vigilantes fueron investigados internamente
por la empresa y, según varias fuentes, éstos tuvieron serias
dificultades laborales hasta que quedaron libres de toda sospecha.
La Guardia Civil realizó numerosas pesquisas desde que se realizó
la denuncia, buceando entre los profesionales de la seguridad
privadas con extrema discreción. Tras una larga y compleja
investigación se hallaron pruebas supuestamente «muy
incriminatorias» que se plasmaron en la pasado miércoles con la
detención de Lucio Manuel del Valle, natural de Valladolid y
afincado durante muchos años en Eivissa. Los agentes se han
incautado en esta operación de 92.030 euros, dinero que se cree
procedente de una última saca sustraída y que se da por recuperado.
El fiscal, en un primer paso de la instrucción del caso, consideró
que se podía estar ante un presunto delito de apropiación
indebida.
Un portavoz de la Asociación de Vigilantes de Seguridad pidió
tras conocerse la detención de Del Valle que «no se hicieran
juicios paralelos». Todo ello haciendo especial hincapié en que
debe haber el máximo respeto para éste y su familia ya que el caso
está pendiente de una investigación judicial de la que aún no hay
ninguna resolución acusatoria. Amigos del vigilante también
recordaron que Lucio del Valle es una persona que ha tenido
«múltiples problemas» con la empresa con la que trabajaba desde
1999 por ser uno de los principales impulsores del asociacionismo
dentro del sector de la seguridad privada. De hecho, un grupo de
vigilantes se manifestaron hace dos años en apoyo de su compañero
cuando se le comunicó a éste su traslado a Palma. Muchos de ellos
levantaron su voz al considerar que esta había sido una medida
adoptada por la empresa por el talante reivindicativo y sindical de
su compañero.
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