La policía, en una imagen de archivo, entregó en los juzgados de Eivissa al acusado.

La decisión fue adoptada el pasado 19 de febrero por el responsable del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional y días después, el pasado tres de marzo,un auto del Juzgado de Instrucción número 1 de este mismo tribunal decretaba el archivo provisional del expediente de extradición después de que así también lo solicitara el fiscal. En el auto de libertad, sin embargo, se dejaba claro que la excarcelación del reo si su libertad no dependía de otra causa que pudiera tener pendiente.

Las autoridades de este territorio dejaron pasar el plazo de 40 días que marca la ley para presentar ante el Ministerio de Asuntos Exteriores la documentación que se precisaba para justificar su extradición, un asunto que, asimismo, afectaba a los ministerios de Interior y Justicia. El residente moldavo quedó libre tras recibir asesoramiento de un bufete de letrados de Eivissa, concretamente del despacho Martín Arce Abogados, según ha podido averiguar este periódico. Desde este despacho profesional se hicieron valer los derechos del acusado, que siempre ha estado preso desde el día de su arresto, al no haberse justificado causa alguna que sustentaran las bases sobre la fiabilidad y credibilidad de los hechos que se le pueden imputar en el país moldavo y cuyos pormenores no han trascendido. Del crimen, sólo se ha podido conocer que la víctima pudo mantener una relación sentimental con la mujer del detenido y que el sospechoso estaba en la isla cuando se produjo el crimen.

La policía localizó y detuvo en Eivissa el pasado 10 de enero a este hombre, de unos 40 años de edad, después de que, vía Interpol, se conociera su posible y dudosa relación con el asesinato de un familiar, caso que fue investigado por las autoridades moldavas. Todo ello después de que personas desconocidas, que se creía contratadas por el acusado, perpetraran el crimen.

El sospechoso, quien siempre ha proclamado su inocencia y que vivía en la ciudad de Eivissa sin oficio ni ocupación conocida, sin embargo, era reclamado oficialmente por Moldavia por la comisión de un supuesto delito de inducción al asesinato.

La policía entregó en los juzgados de Eivissa al sospechoso activando un importante dispositivo de seguridad que movilizó a un buen número de agentes.Varios de ellos escoltaron al acusado durante su entrega y mantuvieron una fuerte guardia sobre él mientras era pasado a disposición judicial y se decretaba su ingreso en prisión.