Según uno de los responsables del establecimiento, el incendio se originó en el grill de la cocina. Al parecer, una gran llama sorprendió a los trabajadores y se extendió a otros enseres de la cocina del restaurante. Las flamas cobraron fuerza rápidamente y los trabajadores no lograron apagarlas con sus propios medios, por lo que decidieron llamar a los bomberos.

Al lugar del incendio llegaron dos camiones de bomberos, además de numerosos voluntarios de Protección Civil y varios agentes de la Policía Local de Sant Josep. Cuando llegaron los equipos, la primera urgencia fue retirar las bombonas de gas butano, ya que las llamas se acercaban amenazadoramente. Igualmente, los bomberos se apresuraron a apagar las llamas y humedecer el espacio comprendido entre éstas y el depósito de gas del restaurante.

Ante el peligro que suponía la posibilidad de que las llamas alcanzaran el depósito de gas y que se produjera una explosión, los agentes de la Policía Local de Sant Josep decidieron cortar el tráfico de la carretera -a la cual está prácticamente pegada el restaurante- con el fin de evitar daños personales. Al poco tiempo, los bomberos aseguraron la situación y la policía abrió la carretera al tráfico, que no sufrió grandes contratiempos.