Clientes de dos grandes supermercados de la Ciutat d'Eivissa, el Lidl de la rotonda de ses Figueretes y el SYP de la carretera de Santa Eulària, han denunciado en los últimos días la presencia de grupos que les coaccionan a la hora de estacionar sus vehículos y recoger los carritos de la compra. Al parecer, estos grupos desarrollan una actividad similar a la que llevan a cabo los aparcacoches de los estacionamientos de la zona de ses Feixes de Vila, es decir, cobran a los conductores la voluntad por indicarles donde aparcar y, supuestamente, vigilar los vehículos para que no les ocurra nada, lo que en ocasiones se toma por una amenaza. Esta supuesta amenaza, más o menos velada, consiste en que si el cliente no entrega unas monedas, puede que cuando vaya a recoger su vehículo éste haya sufrido algún tipo de daño.

Al respecto, el concejal de Policía del Ayuntamiento de Eivissa, Leopold Llombart, dijo ayer que no tenía noticias acerca de la presencia de este tipo de grupos en los estacionamientos de estos dos supermercados.

No obstante, y en cuanto al asunto de los aparcacoches en los estacionamiento de ses Feixes de Vila -un problema de todo el año que se incrementa en temporada turística a causa de la llegada de nuevos grupos a la isla que se dedican a este negocio-, Llombart adelantó que «próximamente, el Ayuntamiento va a crear una nueva ordenanza municipal en este sentido».

El Ayuntamiento de Eivissa ha presentado multitud de denuncias contra esta actividad, pero no ha resuelto nada, ya que los aparcacoches continúan con este trabajo todos los días del año. El Ayuntamiento multaba a estas personas, que hacían caso omiso de la pena. «Estoy esperando a disponer de la ordenanza que prohíbe esta actividad. Antes no estaba regulado, se les denunciaba por ejercer una actividad económica en la calle, y sólo se les podía poner una multa que no se pagaba», explicó el edil de Policía. «Ahora», continuó Llombart, «[una vez que la nueva ordenanza entre en vigor] se podrá levantar un acta que figurará y se les ordenará que cesen en su actividad. A la tercera vez [que sea levantada un acta] irán al juzgado por desacato continuado a la autoridad». Ésta, al parecer, es la única solución práctica y efectiva, ya que otra forma, apuntó Llombart, «es tener una patrulla policial allí todo el día».

Por su parte, fuentes del Cuerpo Nacional de Policía dijeron ayer que no pueden hacer nada para acabar con los aparcacoches. «No podemos hacer nada porque no cometen delitos, a no ser que sean denunciados por amenazas o coacciones», apuntaron. Al menos en una ocasión sí se ha presentado una denuncia por amenazas contra estas personas.