Un juzgado de la ciudad de Motril, en la provincia de Granada, ha
condenado a Z.C.C., de 54 años, natural de Marruecos y residente en
Ceuta, a la pena de multa de 1.890 euros por denunciar que había
sido violada en un cortijo de su propiedad en el término municipal
de Motril, acusación que, según el juez, resultó falsa.
En la sentencia, se considera probado que el pasado 24 de
febrero de 2002 la acusada denunció, «a sabiendas de su falsedad»,
que tres días antes una persona encapuchada entró en el citado
cortijo «la tiró al suelo, le pegó, le rompió la camisa y el
pantalón y la violó».
A raíz de la denuncia se incoaron las diligencias previas
necesarias para esclarecer los hechos y el médico forense que
examinó a la mujer «no detectó lesión alguna reciente de carácter
traumático ni vestigio en la zona genital».
En virtud del informe médico, el juez considera que no hubo
violación y que Z.C.C. es responsable de un delito de simulación de
delito, por lo que la condena a 7 meses de multa con una cuota
diaria de 9 euros, lo que hace un total de 1.890 euros, y al pago
de las costas procesales.
Las falsas denuncias de violaciones y, sobre todo las de malos
tratos, son uno de los principales obstáculos que encuentran los
legisladores a la hora de crear normas en contra de la violencia de
género.
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