Un joven británico de 26 años, vecino de Sant Josep, ha sido condenado a no poder conducir durante un año y tres meses, así como al pago de una cantidad cercana a 14.000 euros, solidariamente con el Consorcio de Compensación de Seguros, después de herir a dos jóvenes en un accidente que tuvo lugar cuando el acusado circulaba bebido y se saltó un semáforo en rojo. En concreto, se le ha considerado culpable de un delito de imprudencia grave con resultado de lesiones.

El siniestro ocurrió sobre las siete de la mañana del 31 de agosto de 2001. El Suzuki Swift en el que iba el acusado arrolló a una pareja de jóvenes que circulaban en otro coche después de que el primero de ellos se saltar un semáforo en rojo en la Avenida Sant Agustí, ubicado en el cruce con la calle Valencia. Los agentes de policía que intervinieron en el suceso constataron que el causante del accidente, quien acababa de salir de su trabajo en un local de ocio de Sant Antoni, se hallaba bebido.