Un vecino de Santa Eulària de 43 años tratado por un trastorno bipolar ha sido condenado a un año y tres meses de cárcel y a no poder acercarse a su mujer en el plazo de dos años después de que fuera juzgado por amenazas de muerte a esta última. El sospechoso reconoció en la vista oral que había realizado este tipo de expresiones pero alegó que fueron hechas sin ninguna intención.

El fallo, dictado por la responsable del juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, se produce después de que la juez, a raíz del informe forense, haya considerado que la graves amenazas que el acusado profirió contra su esposa tuvieron lugar sin que quedara acreditado que se hallase sufriendo una fase aguda o un brote de la enfermedad que padece y que en ocasiones ha concluido con su ingreso hospitalario voluntario.

«La jurisprudencia es unánime en el sentido de aceptar que la enfermedad denominada trastorno bipolar, únicamente despliega sus efectos de aminoración o exención de la responsabilidad criminal según la fase en que se hallare en el momento de cometer los hechos», explica la sentencia. En ésta, además, se recoge la fijación del acusado con su esposa. La sentencia da por probado que el acusado, en noviembre de este mismo año, dijo a su esposa, con la que no convivía desde hace dos años pese a que frecuentaba su domicilio habitualmente, que la iba a matar por partida doble. Primero en la casa:«Yo iré a la cárcel, pero tú vas a hacerles compañía a tu hermano», persona que había fallecido escasos meses" y luego indirectamente a través de uno de los hijos del matrimonio. Este, que residía en Palma, recibió la llamada de su padre diciendo que iba a comprar un fusil de pesca para acabar con su madre, según fue manifestado durante el juicio.