Los juzgados de Eivissa se encuentran a la espera de que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) decida si es oportuna la propuesta que se ha llevado a cabo para que haya jueces dedicados exclusivamente a instruir los asuntos penales y otros se encarguen de los que son eminentemente civiles. Su intención es que ello sea posible antes de que comience el año.

En la actualidad, la isla cuenta con siete juzgados donde se aúna la llamada Primera Instancia (materia civil) con la Instrucción (casos penales). Pero la idea no es nueva. Los jueces que ha ido pasando por la isla han ido comentando la idoneidad de poder hacer realidad este proyecto , pero hasta hace poco no se propuso formalmente y ello fue posible tras un acuerdo suscrito por todos los magistrados.

Desde entonces ha habido muchos 'movimientos' para sondear si ello podría contar con el beneplácito de las altas instancias judiciales.

La clave de todo y el fin que se persigue está en conseguir un mayor grado de especialización. Así lo suscriben todas las fuentes consultada por este periódico y que, de una manera u otra, se pueden ver afectados si se llega a buen puerto la citada segregación.

«La Primera Instancia e Instrucción está obligando a los jueces a llevar al mismo tiempo muchos asuntos, muchos de ellos complejos, que exijan una atención determinada. Al no poder tenerla, se producen inevitables acumulaciones y demoras», explicó un abogado.

«Si se logra la separación, esto permitirá que haya juzgados especializados en asuntos penales y otros en civiles, con lo que, en teoría, mejorará la 'calidad' de la justicia», apuntó al respecto un funcionario.