Un incendio en un cuadro eléctrico ha dejado fuera de servicio la
desaladora de Sant Antoni y se prevé que permanezca inoperativa al
menos durante dos o tres semanas. No obstante, el suministro de
agua en Sant Antoni y en la zona de Sant Josep que depende de esta
desaladora está garantizado, aseguraron ayer desde la Conselleria
balear de Medi Ambient, organismo del que dependen este tipo de
infraestucturas. Aún se desconocen las causas del incendio que el
pasado domingo alrededor de las once de la noche acabó con uno de
los cuadros eléctricos de la desaladora. Cinco bomberos en dos
camiones llegaron a la desaladora y no lograron asegurar la
situación hasta dos horas y media después.
Para garantizar el abasto de agua dulce, la Conselleria de Medi
Ambient pondrá en marcha el próximo jueves una desaladora móvil que
tiene capacidad para producir 2.000 metros cúbicos diarios de agua
desalada. Es una cantidad insuficiente, por lo que, además, se
utilizarán los viejos pozos para ayudar en el suministro de agua y
también se aprovechará la interconexión de las desaladoras de
Eivissa y Sant Antoni para transportar agua desde pozos de la
capital pitiusa hasta la Villa de Portmany.
En el caso de las áreas de Sant Josep que se surten de la
desaladora de Sant Antoni, el Ayuntamiento de esta primera
localidad informó ayer de que se ha puesto en funcionamiento del
plan de emergencia para el suministro de agua a la población.
Aqualia, compañía municipal responsable del suministro de agua, se
encargará de poner en funcionamiento el sistema que, con
anterioridad a la construcción de la desaladora de Sant Antoni,
distribuía agua dulce en las zonas de Cala de Bou y Port des
Torrent. El alto contenido en sales de alguno de estos pozos de
sant Josep hará que mengüe la calidad del agua.
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