Un anciano de 74 años estuvo a punto de causar una catástrofe en
Dalt Vila la noche del pasado jueves. J.S.F., vecino de la calle Sa
Carroca de la ciudad vieja, abrió la llave del gas y fue una vecina
quien dio la alarma y avisó a la Policía Local de Eivissa, que
acudió al domicilio del anciano y evitó una explosión.
Al parecer, J.S.F. padece problemas mentales desde hace varios
años y no es la primera vez que requiere los servicios de la
policía y de los servicios sociales del Ayuntamiento de
Eivissa.
Los agentes de policía llegaron a la casa del anciano a las 11
de la noche del viernes y, al entrar en el domicilio, comprobaron
que éste había desconectado la manguera de una bombona de butano y
abierto la llave de paso.
Según el relato de la policía, en el interior de la casa del
anciano dominaba un fuerte olor a gas. Además, la casa, en la que
no hay electricidad ni agua corriente, presentaba un estado
lamentable, según manifestaron los agentes que se ocuparon del
caso.
La vecina que avisó a la Policía Local tuvo que ser trasladada
al hospital de Can Misses para ser atendida a causa de una pequeña
intoxicación por inhalación de gas.
Por su parte, el anciano fue internado en la unidad de
psiquiatría de este mismo centro médico, un lugar en el que ha sido
tratado en ocasiones anteriores debido a sus problemas
psicológicos.
Además, los agentes avisaron a los servicios sociales del
Ayuntamiento de Eivissa para que se ocupen del anciano.
La policía precintó el domicilio del anciano, que al parecer no
tenía cerradura. En el momento de llegar al domicilio, la policía
no necesitó forzar la puerta, por lo que se presupone que el
anciano vive sin cerradura. Además, la policía confiscó las dos
bombonas de butano que el hombre tenía en su domicilio.
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