Es imposible calcular las pérdidas económicas que supone el mal funcionamiento de los juzgados.

Varios abogados de Eivissa han mostrado recientemente su malestar por los cada vez mayores retrasos sobre la hora prevista para los juicios que se celebran en los juzgados pitiusos.

Lo que más irrita a estos letrados, que por el momento prefieren mantener el anonimato hasta que se adopte una decisión sobre qué pasos seguir para intentar corregir este grave problema, es que los juicios se programan con espacios de tan sólo diez minutos, cuando, según los abogados, es obvio que en ese breve espacio ni siquiera da tiempo a culminar las vistas más sencillas.

Esta circunstancia la corroboran otras fuentes judiciales, que reconocen que diez minutos es muy poco tiempo para un juicio. Entonces, se preguntan los letrados, «¿por qué se establecen horarios tan breves para los juicios si todo el mundo sabe que imposible cumplirlos?».

«A mí me citaron para el juicio a las once de mañana y no empezó hasta las tres de la tarde», dijo ayer un abogado, cuyas palabras se ratificaron contundentemente el pasado jueves 16 de octubre, cuando los retrasos acumulados alcanzaron, al menos, las tres horas. Ese día, en el juzgado de Instrucción número 2, había testigos que tenían que declarar a las diez de la mañana y, sin embargo, su juicio no comenzó hasta pasada la una de la tarde.