Uno de los vigilantes condenados por el crimen del Maremagnum, Antonio Fernández Quincoces, fue ingresado ayer en un centro psiquiátrico de Reus después de que, según ha dicho su abogada, intentara suicidarse ingiriendo gran cantidad de pastillas tras conocer el veredicto de culpabilidad. Este suceso ha motivado que este vigilante no compareciera ayer en una «vistilla» celebrada en la Audiencia de Barcelona en la que la Fiscalía y las acusaciones particulares han pedido el inmediato ingreso en prisión tanto de Fernández Quincoces como de Mariano Romero, el otro condenado que aún está en libertad, mientras el tercero, James Anglada, ya se encuentra en la cárcel desde febrero de 2002. Todos ellos están acusados por el asesinato de un joven ecuatoriano en la zona del Maremágnum de Barcelona.

La Oficina del Jurado de la Audiencia, por orden del juez, ha verificado que Fernández Quincoces está ingresado en el psiquiátrico Pere Mata de Reus desde ayer a mediodía, después de ser atendido en el hospital Clínico de Barcelona tras intentar quitarse la vida ingiriendo tres cajas de pastillas «Tranquimazim» mezcladas con alcohol. Su abogada, Yolanda Vara, ha explicado que su cliente se intentó suicidar poco después de conocer el veredicto del jurado popular, que halló culpables de homicidio a los tres acusados, que se enfrentan ahora a penas de 12 a 15 años de prisión.

Esta es la tercera vez desde que ocurrieron los hechos que Quincoces se intenta suicidar y, en esta ocasión, su abogada ha justificado que si era condenado, «la vida ya no tenía sentido para él porque se considera totalmente inocente y entendía la condena como una injusticia». El juez que preside este caso, Daniel de Alfonso, ha ordenado el control del condenado para que, una vez sea dado de alta, comparezca en la Audiencia a una «vistilla» para decidir si sigue en libertad provisional o lo encarcelan. En principio, el magistrado dio instrucciones para elaborar una orden de búsqueda y captura, ya que Quincoces no apareció ayer a la hora prevista para la «vistilla» y porque no se habían dado explicaciones previas de su ausencia. Sin embargo, el juez que instruye el caso no ha llegado a firmar la orden de captura del ingresado tras recibir las explicaciones de su abogada, que ha entregado un documento del Clínico conforme fue atendido en este centro sanitario.