«Eivissa y Sant Antoni son, junto con Melilla, las ciudades españolas con los índices de criminalidad más altos». Josep Maria Costa, vocal de la Ejecutiva Socialista Pitiiusa y ex conseller de Interior, salió ayer con estas palabras al paso de las declaraciones de la delegada del Gobierno, Marienna Sánchez-Jáuregui (PP), que dijo el viernes que las faltas y delitos en el municipio de Eivissa han descendido este año un 5% respecto a 2002. Los políticos continúan utilizando la inseguridad como arma arrojadiza, pero, por el momento, ninguno de los bandos ha aportado estadísticas oficiales ni de ningún otro tipo y se limitan a pronunciar frases sentenciosas sin cifras como respaldo.

Ayer, Josep Maria Costa, que no se olvidó de reconocer «el trabajo de los agentes de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía», criticó duramente a Sánchez-Jáuregui y al vicepresidente del Consell, Enrique Fajarnés, a quienes recordó todas sus «promesas incumplidas». «Con declaraciones de autosatisfacción no hacemos nada», dijo Josep Maria Costa con Sánchez-Jáuregui en su punto de mira. «No voy a entrar en una guerra de cifras, pero deberían reconocer [desde la delegación del Gobierno en las Pitiüses] que en Eivissa tenemos un problema de inseguridad».

El ex conseller balear de Interior, que durante sus reprimendas estuvo acompañado por Antoni Costa, vocal de la Federación Socialista Pitiusa, también tuvo palabras para el delegado del Gobierno en Balears, Miquel Ramis (PP). «Él mismo [en referencia a Ramis] reconoció que Madrid no tiene mucho interés en solucionar los problemas de justicia de Eivissa». Josep Maria Costa añadió: «En un página del periódico vemos que Ramis dice que la delincuencia ha bajado y en la de al lado leemos ataques violentos a empresarios ibicencos. Si a todo esto le sumamos las críticas de los hoteleros y de los comerciantes, no se puede entender que se feliciten con un mensaje de satisfacción».