Una lancha Sunseeker de unos 16 metros de eslora comenzó ayer a
arder cuando estaba entrando por la bocana en dirección al puerto
deportivo de Marina Botafoch y acabó completamente destruida y casi
hundida. No hubo heridos.
Al parecer, un cortocircuito en los motores originó las llamas,
que se extendieron hasta la proa de esta lujosa Sunseeker que nueva
cuesta unos 600.000 euros. Los tripulantes del barco, entre ellos
el propietario, un ciudadano extranjero, tuvieron que lanzarse al
agua cuando empezó el fuego y la embarcación quedó a la deriva
hasta encallar contra las rocas del paseo del dique de Botafoc. El
propietario de la lancha dijo que desconocía los motivos por los
que las máquinas comenzaron a arder.
Enseguida llegaron los bomberos, que no encontraban la forma de
sofocar las llamas. Cuando ya sólo quedaba humo, abrieron
ventanillas y el oxígeno causó una pequeña deflagración que reavivó
las llamas. Un barco de la Autoritat Portuària, cuyo chorro de agua
no era capaz de alcanzar a las llamas, intentó ayudar a los
bomberos, que tardaron cerca de tras horas en culminar su trabajo.
Densas nubes de humo negro que podían verse desde varios kilómetros
de distancia pintaron de negro el cielo de Marina Botafoch. Un
penetrante olor a québlar y a plásticos quemados se extendió por
buena parte de la ciudad. El agua de la zona quedó muy sucia.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.