La unidad de Salud Mental del Ib-Salut de Eivissa ha solicitado a la Fiscalía que se suspenda con carácter de urgencia la expulsión de un joven venezolano con arraigo familiar en la isla que se encuentra en los calabozos de Comisaría para su inmediata salida de España por estancia ilegal.

Dicha persona fue identificada por la policía después de que él mismo se presentara en la Comisaría de Eivissa para denunciar unas supuesta agresión de la que dijo haber sido víctima. Fue entonces, al parecer, cuando se descubrió que llevaba tiempo en la isla y que no tenía regularizada su situación dentro del territorio nacional.Tras ello, la policía inició los tramites para proponer su expulsión de acuerdo con la Ley de Extranjería.

El drama de este enfermo está en que, una vez que llegue a Venezuela, no se conoce a nadie que se pueda hacer cargo de él, lo cuál supone un peligro para él mismo y para los demás. Se sabe que toda su familia, cuyos miembros cuentan con arraigo social en Eivissa, tienen sus papeles en regla.

El paciente por el que está mediando la unidad de Salud Mental de Eivissa llegó a la isla ahora hace más de dos años, concretamente en mayo de 2001. Su problema mental fue descubierto y desde este mismo área se le ha sometido a distintos tratamientos que han exigido, incluso, su hospitalización en la planta de psiquiatría de Can Misses.

Desde la unidad de Salut Mental se hace constar al fiscal la difícil situación de dicha persona, que, por la misma naturaleza de su dolencia, puede sufrir episodios violentos que le hagan perder el control y que le lleven a una completa incapacidad, incluso, para garantizar su propia supervivencia.