Doce personas, entre las que figura un bebé y una niña de 12
años, fueron ayer extraídas con vida de entre los cascotes de las
viviendas destruidas, informó la radio nacional argelina. El bebé,
de pocos meses y cuyos padres resultaron muertos, fue sacado de las
ruinas de un edificio de apartamentos prefabricados situado en la
llamada «ciudad de las 5.000 viviendas», en Bumerdés, la localidad
más afectada.
Protección Civil y las Prefecturas de Argel y Bumerdés han
calculado que los muertos a causa del terremoto podrían acercarse a
las 2.000, la cifra más alta de víctimas provocadas por un seísmo
desde 1980, cuando una sacudida sísmica causó la muerte de 3.000
personas en la provincia de El Asnam, al oeste de Argel.
Las labores de rescate se han intensificado con la llegada de
equipos de salvamento procedentes de numerosos países, entre ellos
Marruecos, Egipto, España, Francia, Italia, Alemania, Suiza, Rusia,
Luxemburgo, Bélgica y el Reino Unido. Todos ellos, bajo la
supervisión del responsable del grupo de coordinación de asuntos
humanitarios del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD), se reunieron en Bumerdés con sus colegas argelinos para
repartirse las zonas prioritarias en sus labores de búsqueda. El
equipo español de socorro montó tres hospitales móviles
coincidiendo con la llegada de 60 bomberos.
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