La policía se incautó de un total de 1.185 gramos de cocaína en el servicio.

El caso está pendiente de que se ha visto por la Audiencia Provincial. El dueño de la tienda de moda que fue objeto de investigaciones por parte del Cuerpo Nacional de Policía fue detenido tras caer en una trampa que le tendieron agentes de estupefacientes cuando éste desembarcaba en el puerto de Eivissa con algo más de un kilo de cocaína.

Dicha actuación se llevó a cabo en octubre del año pasado después de que prosperaran las investigaciones que se llevaban a cabo tras sospecharse que la tienda objeto de averiguaciones, un local entonces abierto en la zona de la Avenida Pedro Matutes Noguera, era en verdad una tapadera que servía a las actividades de un «servicio» de distribución de droga.

El principal responsable de la boutique, quien se juega la pena de ocho años de cárcel, se vio sorprendido cuando bajaba del barco procedente de Denia. Éste, sin embargo, intuyó algo porque según se publicó en su día intentó arrojarse al mar cuando se dio cuenta de que iba a ser interceptado con los más de cien cilindros de cocaína que presuntamente traía consigo.

Este dispositivo policial se montó tras saberse que el sospechoso había realizado un viaje precipitado a Barcelona sin motivo aparente.

La policía detuvo paralelamente en esta misma operación a su mujer y su cuñado.

La primera ha quedado libre de acusación alguna al no existir finalmente ningún indicio que permita sospechar que supiera los supuestos manejos de trapicheo de los que se acusa a su marido y a su hermano.Para el último, sin embargo, sí se han formulado cargos de tráfico de drogas y el ministerio público solicita una pena de seis años de cárcel.