EFE-ANKARA
El terremoto que ha sacudido el sureste de Turquía ha causado unos 150 muertos, una gran parte de los cuales son niños sepultados bajo los escombros de una escuela en la localidad de Celtiksuyu. Entre las ruinas del colegio, han sido rescatados con vida 72 niños y se han encontrado 25 cadáveres, pero quedan sepultados casi otro centenar de alumnos del centro de los 198 que dormían en el internado de esta escuela regional cuando se produjo el seísmo, según la televisión NTV. Un miembro de los equipos de rescate llamado Muhsin Balci dijo que todavía oye voces de niños entre los escombros y que los bomberos confían en sacar a otros 50 alumnos vivos. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, que se desplazó hasta Celtiksuyu, dijo que ya han sido encontrados 84 cadáveres en total, no sólo en la escuela, sino en diversos lugares de la provincia de Bingol, la más afectada por el seísmo.

El terremoto se registró a las 01.27 GMT de ayer y el Observatorio Kandilli de Estambul situó el epicentro a 15 kilómetros al noreste de Bingol -capital de la provincia del mismo nombre-, a diez kilómetros de profundidad, y señaló que el movimiento sísmico, de 6,4 grados en la escala de Richter, duró entre 17 y 20 segundos. La Media Luna Roja ha enviado 3.100 tiendas de campaña, 13.000 mantas, 7 cocinas móviles y toneladas de comida no perecedera a Bingol. Varios países europeos han ofrecido ayuda, y en primer lugar lo hizo Grecia -tradicionalmente enemistada con Turquía-, como ya ocurrió en el terremoto de 1999.

Erdogan dijo que hay todavía muchas personas atrapadas entre las ruinas, no sólo de la escuela, sino también en varios edificios que se derrumbaron en la ciudad de Bingol. El alcalde de Bingol, Fevzullah Karaaslan, dijo que 25 edificios se han derrumbado en el centro de la ciudad y que los equipos de trabajo intentan rescatar a los sepultados, «que son muchos», dijo. El ministro de Vivienda, Zeki Ergezen, había admitido previamente que se teme que haya unos 150 muertos y más de 500 heridos.