La Guardia Civil está manteniendo durante este invierno un dispositivo policial para incrementar la seguridad ciudadana que está conllevando un aumento de patrullas de calle que, entre otras misiones, llevan asignadas el objetivo de supervisar zonas con el uso de técnicas de identificación personal. Dichas identificaciones se realizan en la mayoría de los casos de manera totalmente aleatoria y se están poniendo en práctica tanto en la demarcación del puesto de Sant Antoni como en la del de Santa Eulària.

Los denominados «puntos identificativos», con los que los que se observa lo que ocurre en un sitio de manera eventual , están corriendo parejos a los dispositivos de vigilancia que ya existían en los puertos y el aeropuerto y que precisamente este verano fueron reforzados.

El sensible incremento de las patrullas, y con ello el de número de identificaciones que se están practicando, sin que aún se conozca el número efectuado, están permitiendo conocer día a día la realidad y la evolución, así como su control, de lugares que pueden ser objeto de posibles y eventuales focos de delincuencia, según lo averiguado por este periódico. Esto también está siendo posible al haberse aumentado las plantillas de los puestos de Sant Antoni, con cerca de 70 agentes, y Santa Eulària. Precisamente gracias a una de estas identificaciones fue posible días atrás la detención de una colombiana que se cree actuaba como 'correo' para un grupo sudamericano de 'narcos' de Sant Antoni y que desembarcó en la isla con cerca de un kilo de cocaína.