La avioneta Pipper Arrow Malibú, con matrícula de EEUU, despegó
del aeródromo de Son Bonet, en Marratxí, poco después de las once
de la mañana. El aparato estaba pilotado por Enrique Soria y sus
cuñados, los hermanos García Bayona, se dirigían con él al
aeropuerto de Sabadell. Sobre las 11.57 horas, aproximadamente, el
aparato sobrevoló las fincas de Solleric y Comasema y de repente se
encontró de frente con un risco que no pudo remontar, en sa Mola de
Son Terrassa.
La colisión fue brutal y la aeronave quedó envuelta en llamas, a
unos 400 metros de altura. Cazadores y vecinos de la zona
escucharon un estruendo y pocos después vieron elevarse una columna
de humo. Desde la carretera de Alaró a Orient eran visibles, a las
12.20 horas, las llamas en la cima, que poco a poco se fueron
extinguiendo.
El dispositivo de emergencia, coordinado por la Guardia Civil,
se puso en marcha de inmediato y un helicóptero del Cuerpo y otro
del SAR acudieron al paraje del siniestro para confirmar las peores
expectativas. Cuando el equipo de montaña (GREIM) llegó por primera
vez al escenario se encontró con un espectáculo dantesco: los
cuerpos de los tres empresarios estaban completamente carbonizados
y había trozos de carne en las rocas y los árboles.
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