Todas las posibilidades estaban abiertas cuando el equipo de rescate de los bomberos de Eivissa y la Guardia Civil intervinieron anteanoche con intensa lluvia y en una zona extremadamente peligrosa junto al faro de Portinatx. Las unidades se movilizaron al tenerse conocimiento de la presencia de un coche en el acantilado después de que lo avistara minutos antes el piloto de un helicóptero. Al final, tras un complicado trabajo en la zona, se desveló que no había nadie dentro del vehículo y que el turismo había sido estrellado después de que lo robaran. La actuación se prolongó durante más de dos horas y obligó a bajar a las unidades movilizada pese a las adversas condiciones y los riesgos existentes al no poder recogerse al pie del precipicio, ni anteriormente, ningún dato que explicara lo ocurrido.

Ante la posibilidad de que se hubiera producido un accidente o cualquier otra circunstancia con víctimas -incluida la presencia de personas malheridas- se decidió seguir adelante con un complicado operativo que se inició a última hora de la tarde. A esas horas ya estaba descartado que el vehículo pudiera pertenecer a un joven de 32 años de edad cuya desaparición con un todoterreno había sido denunciada días antes por su familia. Dicha persona, tras establecerse otro operativo policial de búsqueda, había sido encontrada horas antes sin mayores inconvenientes y su estado de salud era bueno.

El problema al que se enfrentaba la Guardia Civil y los bomberos estribaba en ese momento en que al menos otra persona pudiera hallarse en el interior del vehículo estrellado, siendo su estado, en este caso, una total incógnita. Durante los primeros minutos, sobre las nueve de la noche y cuando el Parque Insular recibió el requerimiento de la Guardia Civil, se especulaba con una caída en un precipicio de unos 40 metros de altura.

Los bomberos desplegaron su equipo hasta toparse con el vehículo. El coche, de la marca Opel, no tenía a nadie dentro y su grado de deterioro por el tiempo que podría llevar despeñado era mínimo. Las comprobaciones posteriores llevadas a acabo por los agentes de la Benemérita, tras poder vislumbrarse el modelo y su matrícula, sirvieron para aclarar que el robo del coche había sido denunciado hacía pocas semana en el municipio de Santa Eulària.