Los cristales de las botellas rotas cubrieron por completo el asfalto de la rotonda. Foto: MARGA FERRER

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La rotonda que enlaza la primera ronda de circunvalación con la avenida de Sant Joan, en Eivissa, quedó completamente colapsada por el accidente de un camión trailer, que perdió prácticamente la mitad de su carga al intentar dirigirse hacia la rotonda de Juan XXIII. Eran las 12'20 horas de la mañana, cuando la Policía Local de Eivissa tuvo conocimiento del colapso que se estaba formando en uno de los principales accesos a la ciudad debido al accidente. El trailer acababa de salir de la zona portuaria tras recoger su carga, aunque ésta no permanecería mucho rato sobre el remolque.

Sin que se conozcan detalladamente los motivos por los que la carga cedió, lo cierto es que una auténtica montaña de botellines de cristal conteniendo tónica quedó cubriendo la práctica totalidad del asfalto en este lugar, generando montones de cristales rotos. Inmediatamente, el tráfico quedó cortado desde la avenida de Sant Joan, generándose una cola de automóviles que crecía rápidamente.

La Policía Local de Eivissa, visto el cariz que tomaba la situación, logró que un operario manejara una excavadora que se encontraba realizando tareas en las proximidades para así poder habilitar, en el mínimo espacio de tiempo posible, uno de los dos carriles de la rotonda para restablecer parcialmente el tráfico.

Una vez logrado este objetivo, cuando ya había transcurrido una hora desde el accidente, los coches comenzaron a ocupar de nuevo la rotonda mientras los servicios de limpieza municipales, junto con algunos voluntarios, se hacían cargo de retirar las cajas de refrescos y los miles de fragmentos de cristal que quedaban sobre la carretera.