El cabo Francisco Orejana García, de 31 años de edad, llevaba cerca de diez años en Balears. Su primer destino en las Islas fue Eivissa, concretamente el antiguo puesto de Sant Josep, dependencias que ahora se encuentran cerradas y cuyo servicio se centraliza desde el acuartelamiento de Sant Antoni. Orejana García, cuyo asesinato el pasado fin de semana en Palmanova sigue siendo un misterio, estuvo al menos un año en Eivissa. Las fuentes no pudieron confirmar si también realizó algún servicio en el puesto de Sant Antoni antes de ser trasladado en Mallorca, lugar desde donde consiguió ser enviado a Bosnia y Timor.

La autopsia ha confirmado que el cabo Francisco Orejana, separado y con dos hijos, murió de un golpe en la cabeza. La investigación ha confirmado que intentó defenderse de la persona que le mató cuando éste se hallaba en su domicilio. El examen forense, además de confirmar que la causa de la defunción fue un traumatismo craneal por un objeto contundente, ha revelado que la víctima presentaba cortes en la cara y que éstos fueron producidos con un cuchillo.

Según pudo saber este periódico, el cuerpo tenía cortes en una de las orejas y debajo de ambos pómulos. En el resto del cuerpo no presentaba lesiones. La autopsia, que definitivamente ha descartado la posibilidad de un disparo en la cabeza, fija en la noche del viernes la franja horaria del crimen, posiblemente tras salir del servicio en el cuartel de Andratx. No se ha descartado aún ninguna hipótesis, a excepción de que un robo fuera la causa.