Cuatro de los 52 heridos por un accidente ocurrido anteayer en un jet-foil de la naviera Trasmediterránea que cubría el trayecto entre Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife con 102 pasajeros, sufren lesiones medulares graves, algunas de las cuales pueden ser irreversibles, según los médicos que los atienden.

El siniestro se registró a las a las 17.15 horas de anteayer, quince minutos después de salir del muelle de La Luz y de Las Palmas rumbo a Santa Cruz, momento en el que el barco se detuvo en seco a causa de un frenazo originado con toda probabilidad por un fallo técnico, según informó el director de la compañía naviera en Canarias, Luis Soria. No se descartaba, sin embargo, la posibilidad de un golpe de mar o un fuerte impacto contra la popa de la embarcación como la causa que originó el frenazo.

El jet-foil quedó a la deriva casi una hora y una embarcación de Salvamento Marítimo con un médico y personal sanitario se desplazó hasta él para atender a los heridos. El barco fue conducido finalmente por un remolcador del puerto hasta la estación marítima de Las Palmas de Gran Canaria, donde varias ambulancias y los equipos de emergencia se hicieron cargo de los heridos. El barco atracó en la estación marítima de la capital grancanaria a las 19.10 hora insular, dos horas después del accidente, y los heridos fueron trasladados a diversos centros hospitalarios.