Un vecino marroquí de Sant Antoni fue absuelto ayer de los cargos contra la salud pública de los que venía siendo acusado después de que la Guardia Civil le detuviera el pasado mes de mayo cuando se consideró que presuntamente estaba suministrando hachís a adolescentes. Ello se derivó de una observación efectuada durante un control que estaban realizando agentes de la Benemérita en la zona del West End.

El acusado, Y.E., conoció su absolución ayer mismo en el transcurso del juicio que se celebró ante la responsable del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa. La juez comunicó al entonces sospechoso su decisión de dictar una sentencia absolutoria ante la ausencia de indicios incriminatorios y pruebas concluyentes que se recogieron en el transcurso de la vista oral.

Y.E. se sentó en el banquillo jugándose una pena de prisión que superaba el año de cárcel después de que un servicio de vigilancia que agentes del instituto armado llevaban a cabo en Sant Antoni se saldara con su arresto después de que el mismo sospechoso saliera corriendo y tras su huida se requisara una pequeña cantidad de hachís. En concreto, se decomisaron cerca de 30 gramos distribuidos en una decena de bolas, presentación que suele ser típica en droga que suele entrar a través de los denominados «culeros» , personas que transportan la droga alojada en su cuerpo.

El acusado fue detenido después de que los guardias observaran un sospechoso contacto de éste con un grupo de adolescentes y al ir a ser identificado emprendiera la huida. La decisión judicial de absolverle viene avalada porque ningún testigo reconoció que estuviera vendiendo droga y tampoco se encontraron en su persona pruebas resolutivas de que estuviera dedicándose a alguna actividad delictiva, como fue el caso de que no llevaba dinero en el momento de su detención y de que las bolas de hachís que se aprehendieran estuvieran destinadas a tal fin.