Este fue el momento en el que el conductor del todoterreno intentó traspasar la manifestación.

Los incidentes que llevaron a los tres acusados, ahora absueltos, al banquillo del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa tuvieron lugar sobre las once y media de la mañana del 28 julio de 2000 cuando el conductor de un todoterreno arremetió contra los cerca de 200 manifestantes que frente al Consell Insular protestaba contra la aprobación de la moratoria urbanística.

Así lo recoge como hechos probados la sentencia dictada por la juez Clara Ramírez de Arellano, quien ha considerado que tres personas que fueron denunciadas por este conductor, A.M.M., M.G.C. y J.M.O., no cometieron ningún delito de coacciones contra su persona, así como que tampoco son responsables de los supuestos daños sufridos por el Nissan Terrano II cuando I.G.A. pretendió pasar entre los manifestantes y en un lugar donde la policía estaba regulando el tráfico desviándolo a otras calles.

La juez Ramírez de Arellano apoya su decisión absolutoria no sólo en los testimonios coincidentes de todos los testigos salvo el denunciante sino también en un vídeo. Según el denunciante, sin embargo, su vehículo fue golpeado de distintas maneras, además de con una cartera y una muleta, sufriendo daños que superaban los 896'94 euros (unas 149.000 pesetas). «El hecho de que no pueda pasar por la vía no puede conllevar una condena ni a los acusados ni a las casi 200 personas allí congregadas por un delito de coacciones puesto que la voluntad de los manifestantes era protestar, no impedir directamente el paso a los conductores que allí circulaban», dice la sentencia en la que se incide también en que la manifestación se desarrollaba pacíficamente y con la presencia de un dispositivo policial para regular el tráfico. La juez no halla tampoco acreditado su responsabilidad en los daños.