Un inmigrante ecuatoriano detenido por la Guardia Civil de Sant Antoni por un presunto delito de violación después de que su supuesta víctima le señalara al coincidir ambos en Urgencias de Can Misses se sentará en el banquillo la próxima semana ante la Audiencia Provincial para jugarse tres años de prisión.

Nuevos datos sobre este caso, del que ya informó este periódico días atrás, han permitido conocer ahora que ésta no es la primera vez que ambos se encontraban tras los hechos que se van a enjuiciar. Acusado y denunciante vivían en el mismo apartamento y, al parecer por las circunstancias de ambos, los dos de nacionalidad ecuatoriana, se veían obligados a compartir habitación e incluso cama.

El acusado, C. M. Y. Y., un joven de 33 años que cuando fue detenido en junio del año pasado no poseía papeles de estancia para trabajar, no llegó a consumar la agresión sexual, en grado de tentativa, que se le imputa por la resistencia que presentó la mujer con la que convivía, según los cargos sobre los que debe dilucidar el tribunal en un juicio que se celebrará en Eivissa.

La presunta tentativa no tuvo lugar en la habitación donde ambos se turnaban al parecer para dormir. Todo ocurrió -siempre según la versión de la denunciante- en el cuarto de baño del apartamento. Allí, a primera hora de la mañana del día 2 de junio de 2000, fue arrinconada por el presunto agresor contra la letrina, lugar donde intentó penetrarla y acción de la que tuvo que desistir por las continua y fuerte resistencia de la mujer.