El lugar del incendio, una semana después. Foto: VICENÇ FENOLLOSA

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Cuando ya se ha cumplido una semana desde que se declarara el terrible incendio que ha calcinado cien hectáreas de masa forestal en sa Talaia de Sant Vicent, junto al Pla de ses Formigues, los bomberos y las brigadas del Institut Balear de la Naturalesa (Ibanat) vivieron ayer una mañana de inquietud al reactivarse un foco de llamas en un lugar situado junto a la zona de Can Cala.

A las siete de la mañana, dos camiones del Parque Insular de Bomberos se dirigieron, con cinco miembros del cuerpo de extinción a bordo, para apoyar a las brigadas del Ibanat que desde hace varios días dedican sus esfuerzos a controlar el perímetro de la superficie arrasada por las llamas para lograr su completa extinción. Igualmente fue advertido el avión Airtractor con base en el aeropuerto de Eivissa que, inmediatamente, se dirigió hacia el norte de la isla para realizar varias descargas sobre la zona afectada.

Sobre las once de la mañana este nuevo foco se dio por controlado y el operativo desplazado desde el Parque Insular de Bomberos regresó a su base, quedando de nuevo las brigadas del Ibanat a cargo del control del área devastada por las llamas. El gran número de hectáreas consumidas en el incendio del Pla de ses Formigues hace que el control de las mismas sea una tarea difícil. Controlado oficialmente desde el pasado domingo al mediodía, las últimas jornadas se han dedicado a intentar su completa extinción, tarea que ha dificultado también el agreste terreno en el que se localizó el siniestro.