Unidades de Comisaría, en una imagen de archivo, intervinieron tras el aviso en ses Figueretes. Foto:K.T.

Unidades del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local de Eivissa tuvieron que intervenir anteayer por la mañana después de que se recibiera el aviso por el 112 de una violenta discusión familiar con posible agresión en un domicilio de la calle Galicia de ses Figueretes en la que resultó implicado un hombre perteneciente a la Guardia Civil. Al parecer el sospechoso, que según las fuentes estaba suspendido de empleo y sueldo y cuya incorporación al trabajo iba a ser próxima en un nuevo destino, llegó al menos a mostrar un cuchillo a su cónyuge.

La Dirección General de la Guardia Civil, al parecer, le apartó meses atrás del servicio después de una nueva denuncia presentada por su esposa en la que aseguraba que su marido llegó amenazarle incluso poniéndole un fusil «cetme» en la boca. Esta acusación terminó siendo retirada por la propia mujer. La disputa ocurrida anteayer concluyó después de que la mujer lograra encontrar refugio en una casa vecina del inmueble, aprovechando que uno de los dos hijos de la pareja, ambos menores, medió entre ambos en uno de los momentos más acalorados de la discusión, posiblemente surgida por una cuestión de celos.

La víctima, que se quejaba de fuertes dolores y que sufría un fuerte shock nervioso, fue auxiliada por los agentes que llegaron justo cuando un vecino que oyó la discusión intentaba conversar con el presunto agresor para tranquilizarle. Tras aplacar los ánimos, la víctima fue trasladada para que pudiera contar con el apoyo de los servicios de la oficina de la mujer. Al principio, se mostró reticente a interponer una denuncia.

Ni la Guardia Civil ni Comisaría han querido dar ninguna información, ni siquiera aclaratoria, sobre lo ocurrido por sus canales habituales de relaciones con la prensa cuando se preguntó por lo sucedido. El silencio oficial se contrapone a las informaciones que confirman que esta no es la primera que en el seno de la familia se producía un capítulo de malos tratos y que la mujer dudaba ahora también por denunciar lo ocurrido porque no quería perjudicar ni a sus hijos ni a su marido
Tampoco ha trascendido oficialmente que la intervención policial viniera secunda por una detención en una actuación ocurrida sobre las ocho de la mañana y que movilizó mínimo a dos coches patrullas de Comisaría y a otro de la Policía Local. Al menos, sí es seguro que hasta primera hora de la tarde de ayer nadie por malos tratos había sido puesto a disposición del juzgado de Instrucción número 2, juzgado que en los últimos días ha estado de guardia.