No es la primera vez que policía y Guardia Civil requisan material robado por bandas de delincuentes rumanos en Balears.

J. JIMÉNEZ La Guardia Civil ha detectado una nueva modalidad delictiva que están poniendo en práctica en Mallorca grupos de delincuentes rumanos y que consiste en hacerse pasar por policías españoles, mostrando placas falsas, y hurtar dinero y tarjetas de crédito a los turistas que abordan con la excusa de identificarlos. La delincuencia rumana es una de las que más quebraderos de cabeza origina a las fuerzas de seguridad año tras año, de ahí el interés policial en dar a conocer el nuevo «sistema» y alertar a las víctimas potenciales. Se trata de grupos organizados, con una jerarquía, y que en determinadas ocasiones actúan con gran profesionalidad. No en vano algunos de estos ciudadanos rumanos proceden de la Securitate, la policía política del fallecido dictador rumano Nicolae Ceaucescu.

Estos agentes policiales, la mayoría de ellos militares, eran bastante 'impopulares' dentro de su propio país, donde tenían más poder incluso que el ejército. A la caída de Ceaucescu huyeron alocadamente de Rumanía y muchos se enrolaron en organizaciones mafiosas. Sea como fuere, el nuevo método detectado en Mallorca les está dando de momento sus frutos y un número elevado de turistas ha presentado ya denuncias por robo. Los rumanos se mueven en pareja y visitan zonas frecuentadas por turistas.

El pasado domingo, sin ir más lejos, dos de ellos, identificados como A.V., de 44 años de edad, y V.M., de 25, fueron detenidos por la Guardia Civil en un mercadillo de Inca. Habían abordado a varios extranjeros y les habían mostrado una placa falsa de policía, para a continuación exigirles la documentación. Cuando los turistas, confiados, sacaban la cartera, el segundo «policía» los entretenía y, de esta manera, conseguían apoderarse de las tarjetas de crédito y el dinero. Las víctimas no advierten lo ocurrido hasta que ya es demasiado tarde y los rumanos están ya muy lejos.

La Guardia Civil no quiere que el caso se le vaya de las manos y por este motivo ha extremado la vigilancia. Este nuevo método ya había sido detectado en Canarias hace algunos meses y ahora las mafias rumanas tratan de exportarlo a Balears.