La Audiencia ha condenado a Cristóbal González López, vecino de Sant Antoni, a cumplir nueve años de prisión y a una multa de nueve millones por tráfico de drogas. El acusado, de 40 años, fue detenido por el GIFA de la Guardia Civil en septiembre en Sant Antoni cuando salía de un hotel. Según se expone en la sentencia, los agentes vieron como el sospechoso contactaba con consumidores de droga, momento que aprovecharon para registrarle. En su poder se encontró una bolsa con 50 gramos de cocaína y en su coche aparecieron seis papelinas de droga y otra bolsa. En el registro practicado en su domicilio se halló casi un kilo de «coca».