La Audiencia Provincial ha condenado a nueve años de prisión a José
Marcos Maeso, un joven vallisoletano vecino de Eivissa de 31 años,
que fue detenido hace dos años por la policía en una investigación
sobre distribución de droga en locales de ocio del puerto y en la
que se decomisaron 475 éxtasis. La pesquisas se iniciaron al
pensarse que el acusado podría haber instalado un laboratorio
clandestino para fabricar «Special K», un psicotrópico que tiene
como base la ketamina.
La Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Comisaría
de Eivissa arrestó también a un conocido del sospechoso que
finalmente quedó libre sin cargos y que en el juicio llegó a
comparecer como testigo.
Marcos Maeso fue sorprendido en su domicilio con toda la droga
que requisó la policía en la investigación. Ante el tribunal que le
ha condenado, se presentó como una persona que había logrado
rehacer su vida, con una pareja estable, y alegó que sólo era
consumidor de estupefacientes, impulsado especialmente por «el
frenético ritmo de vida» que le imponía su trabajo de DJ. La
defensa, además, cuestionó la validez de unas escuchas telefónicas
realizadas.
El tribunal argumenta que no hubo irregularidades en estas
escuchas y expone en la sentencia el sospechoso comportamiento del
acusado, su alto tren de vida y de la inexistencia de ingresos
justificados.
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