Setenta y siete mil habitantes de la norteña ciudad italiana de Vicenza, dos tercios de la población, fueron evacuadas ayer durante toda la mañana para desactivar una bomba de la II Guerra Mundial, de 1.500 kilos de explosivos y que fue hallada hace varias semanas en el cementerio monumental de la urbe.

Los afectados fueron todos los vecinos que viven en un radio de tres kilómetros del cementerio, es decir, todo el centro histórico de Vicenza. Al igual que los vecinos, también fueron desalojados varios hospitales. La evacuación comenzó a las 04'30 GMT y el estado de alarma se mantuvo hasta primeras horas de la tarde, una vez que los artificieros lograron desmontar las tres espoletas y los detonadores del artefacto, que fue trasladado a una cueva cercana, donde en las próximas horas será vaciado.

La bomba fue encontrada por casualidad el pasado 15 de marzo sepultada en el cementerio. Los empleados que la encontraron pensaron en un principio que se trataba de un calentador de agua. Después se comprobó que se trataba de una bomba de 1.500 kilos de explosivos, que fue arrojada desde un cazabombardero aliado durante la II Guerra Mundial, en abril de 1944, y que cayó sobre el camposanto sin que estallara. Allí permaneció durante 57 años.