Imagen de los objetos incautados por la policía durante la operación Géminis.

La Unidad Central de Investigación de la Delicuencia en Tecnologías de la Información de la Dirección General de la Policía, en colaboración con la Jefatura Superior de Policía de Pamplona, ha desarticulado una organización dedicada a la distribución de pornografía infantil a través de internet y venta de cintas videográficas, que hizo llegar más de 20.000 imágenes a 21 países distintos.

La operación ha supesto la detención de ocho españoles, entre ellos el principal responsable del grupo delictivo, natural de Pamplona (Navarra). Al tiempo, gracias a la operación Géminis , han sido identificados 54 individuos residentes en el extranjero que operaban en 21 países de Europa, Asia, América y Oceanía, y que estaban implicados en la promoción, publicación, distribución y venta de pornografía infantil a gran escala a través de la red.

Sin embargo, no sólo los internatutas tenían acceso a las imágenes ilegales puesto que el máximo responsable de este negocio ilícito, Luís María .G.A, alias 'Cupilover' de 47 años y pamplonica, regentaba en esta ciudad un videoclub desde el que distribuía cintas de pornografía infantil, incluso de bebés, de 60 y 90 minutos de duración, que eran solicitadas por correo electrónico y cuyos precios oscilaban entre las 3.900 y las 6.500 pesetas, más gastos de envío.

«Como resultado de las investigaciones realizadas, fueron arrestadas siete personas más en España, que actuaban desde las ciudades de Santander, Barcelona, Alcorcón (Madrid), Sevilla, Roquetas de Mar y Madrid, practicándose diez registros domiciliarios, uno de ellos -efectuado en Madrid-, en una empresa inmobiliaria», informaron fuentes de la investigación. Los arrestados fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Pamplona, encargado de la investigación y que ha levantado ya el secreto de sumario.

En estos momentos, los presuntos integrantes de la red están en libertad con cargos, enfrentándose a penas de entre uno y tres años, «que podrían verse agravadas» por promoción, publicación, distribución y venta de pornografía infantil. La Policía española ha intervenido abundante material compuesto por seis ordenadores PC y un ordenador portátil, 200 cintas videográficas, gran cantidad de mensajes de correo electrónico incriminatorios, discos duros extraíbles, ocho unidades de almacenamiento zip, grabadora de CDS, inumerables disquetes y CDS de contenido pedófilo.