EFE-ORENSE Cinco personas, entre ellos un niño de diez años, fallecieron y otras siete resultaron heridas de diversa consideración en un accidente ocurrido al mediodía de ayer en la provincia de Orense, al caer un autocar de viajeros por un terraplén de unos 40 metros.

El autobús matrícula LU-3887-W, que cubría el trayecto entre Vigo e Irún, se precipitó por un terraplén a la altura del kilómetro 35 de la carretera N-541, entre los municipios orensanos de Carballiño y Boborás. Según informóun portavoz de la empresa «Vivasa» del grupo Monbús, propietaria del vehículo siniestrado, uno de los fallecidos es el conductor Andrés Rivero Estévez, de unos 50 años y natural del municipio pontevedrés de Mos. La Delegación del Gobierno confirmó también que de los siete heridos rescatados, al menos dos se encuentran en estado grave y que uno, en estado leve, llegó a estar aprisionado entre los restos del autocar.

Estas mismas fuentes indicaron que el autobús llevaba tan sólo tres meses en servicio, por lo que descarta como una de las causas del suceso que el autocar se encontrara en mal estado. Uno de los supervivientes informó de que el suceso se produjo a la salida de una curva «no muy pronunciada», cuando el autocar iba a velocidad normal y «de pronto, maniobró bruscamente, con un pronunciado frenazo». Esta persona, que no quiso identificarse, aseguró que en un instante sintió que «iban por el aire» y se agarró al autocar con «mucha fuerza» hasta que sintió el impacto.

El conductor del turismo que iba detrás del autobús siniestrado explicó que podría existir un vehículo implicado en el accidente, porque momentos antes del desprendimiento vio un coche que venía de frente y se aproximaba demasiado al autocar, hasta que éste perdió el control. Los vecinos de la parroquia de Brues, colindante al terraplén donde ocurrió el suceso, fueron los primeros en llegar al lugar, al que accedieron haciendo caminos con diversas herramientas, porque la zona era de difícil acceso. En las labores de rescate participaron también efectivos de Protección Civil, de la Guardia Civil y de la Cruz Roja, así como varias ambulancias y helicópteros de la Xunta de Galicia. Varios heridos fueron atendidos en un hospital de campaña que se improvisó en el lugar del siniestro.