Una tumba del cementerio de Palma fue profanada en la madrugada del
domingo al lunes y los asaltantes robaron el cráneo de la difunta,
que llevaba más de cuarenta años enterrada. La Policía Local busca
a los autores y sospecha de un ritual de 'magia negra' o incluso de
una profanación con fines 'científicos'.
Los hechos se descubrieron a las ocho de la mañana del pasado
día 19, cuando los encargados de mantenimiento descubrieron una
sepultura violentada. Las tres losas de piedra que hacían las
funciones de cerramiento de la tumba habían sido fracturadas y el
féretro del interior se encontraba abierto. Desde la superficie los
empleados municipales avistaron huesos esparcidos de un cadáver en
avanzado estado de descomposición y al que, inequívocamente, le
habían sustraído el cráneo.
Además, los profanadores se habían apoderado de una cruz de
piedra de grandes dimensiones y habían intentado violentar otras
losas, sin conseguirlo. El Grup Operatiu del cuartel de San
Fernando y se entrevistó con los sepultureros, por si alguno había
visto u oído algo sospechoso la madrugada de los actos
vandálicos.
Las principales hipótesis policiales que se barajan son dos: por
una parte, que se tratara de adeptos a alguna secta y que
protagonizaran un ritual de 'magia negra' y, por otra, que el
cráneo fuera robado con fines 'científicos'. Las fuentes
consultadas indicaron que con una estructura ósea de la cabeza se
pueden realizar pruebas de Carbono 14, para datar la fecha de la
muerte o la antigüedad de los huesos, así como otros experimentos
de ciertos interés 'científico'. La policía no ha podido contactar
con la familia de la difunta, que desde hace 40 años no abona los
impuestos municipales y que, presumiblemente, ya no reside en la
Isla.
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