Cerca de setenta testigos fueron citados para el juicio que se celebró el pasado mes de abril en Eivissa.

No hay aún punto y final para el accidente marítimo que tuvo lugar entre Eivissa y Formentera cuando el 28 de julio de 1991 chocaron dos rápidos, un siniestro que se saldó con 40 heridos. El caso vuelve a ser visto ahora por la Audiencia Provincial después de que se hayan tramitado los recursos que se presentaron en su día al fallo del juzgado de lo Penal que dictó sentencia y se haya señalado una nueva fecha.

Todo ocurre justo un año después de que el único capitán que pudo sentarse en el banquillo -condenado a una multa de 15.000 pesetas por una falta de imprudencia leve con resultado de lesiones- y los testigos se desplazaran a Eivissa para resolverse la causa tras múltiples vicisitudes que sufrió el proceso. La mayor parte de los testigos, las víctimas, eran vecinos de la localidad mallorquina de Sineu.

La Sección Primera de la Audiencia Provincial, ante las complicaciones que presenta el asunto, ha decidido que las apelaciones se resuelvan tras una nueva vista que al parecer se va a celebrar en Palma y que se ha fijado para el próximo día 4 de abril. La decisión del juzgado de lo Penal de Eivissa que decidió sobre el siniestro condenó al capitán Antoni Asensio -responsable del «Rápido de Algeciras» y único marino que podía comparecer al fallecer el otro capitán implicado- no sólo a la citada multa y a las costas sino también a indemnizar conjunta y solidariamente con las aseguradoras a los afectados en una cantidad que en su conjunto era cercana a los 20 millones de pesetas.

Los pasajeros, que habían emprendido acciones legales tras ocurrir todo, se mostraron disconformes con la sentencia, incluido el aspecto económico y anunciaron su intención de recurrir, una situación que no ha sido confirmada. Pero el tribunal a buen seguro decidirá precisamente sobre el recurso presentado por el propio capitán condenado y por las aseguradoras. Una buena parte de este alegato se basa en que los cargos estaban prescritos tras el excesivo tiempo pasado hasta el juicio.