Un menor de 17 años, murió ayer en el hospital palmesano de Son
Dureta después de que el pasado sábado recibiera una «brutal
paliza» y un disparo en la cabeza, según informaron fuentes
policiales. Hasta el momento, la policía no ha practicado ninguna
detención, aunque están investigando el entorno del joven, ya que,
por la forma en que se produjeron los hechos, se baraja la
hipótesis de que se trate de un ajuste de cuentas.
El cuerpo agonizante del menor fue encontrado en la noche del
pasado sábado por una vecina de la calle Tomás Rullán, que había
sacado a pasear a su perro, en un callejón cercano. Al parecer, el
menor había recibido una «brutal paliza», después de la cual los
agresores le dispararon un tipo en la cabeza.
Aunque la víctima fue trasladada con vida en ambulancia hasta el
hospital de Son Dureta, murió durante la mañana de ayer,
posiblemente a consecuencia de las lesiones causadas por el
disparo. Las mismas fuentes policiales indicaron que estaba
previsto que hoy se llevase a cabo la autopsia al cadáver, a fin de
esclarecer las causas exactas del fallecimiento.
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