El juicio contra Raquel T.C. e Iria S.G., las dos menores acusadas
de asesinar hace casi un año a una compañera del colegio, Clara
García Casat, quedó ayer visto para sentencia después de dos días
de juicio con una petición de ocho años de internamiento en un
centro de menores y otros cinco de libertad vigildad por parte de
la Fiscalía, la máxima medida correctora contemplada por la nueva
Ley del Menor.
De este modo, la fiscal del caso, al igual que el abogado de la
familia de la víctima, Juan Ignacio Quintana, consideran que hubo
asesinato y conspiración para el mismo. Por su parte, los abogados
de Iria, Fernando Serrano, y Raquel, Luis Pérez Matallán, han
solicitado cinco años de internamiento terapéutico alegando
trastorno mental, y han defendido que existió un homicidio sin el
encarnizamiento de un asesinato, indicó Quintana.
Los abogados defensores se han apoyado en el informe del doctor
Vicente Garríguez Genovés, quien indicó que las dos niñas tienen un
trastorno de personalidad. No obstante, los informes psiquiátricos
aportados señalan que «no hay trastorno psicológico» de la
personalidad, por lo cual Quintana considera que no se alteró su
voluntad.
Las defensas, que han actuado coordinadamente, también han
tratado de recusar algunas pruebas, entre otros aspectos,
intentando demostrar con el vídeo de la rueda de prensa ofrecida
por la policía de San Fernando que las dos niñas acusadas estaban
arrestadas cuando prestaron declaración en la Comisaría, por lo que
la detención no fue legal.
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