La madre de una joven británica que falleció atropellada en el tristemente famoso tramo de las discotecas de la carretera de Sant Antoni ha iniciado una campaña para solicitar medidas radicales a las autoridades de la isla para prevenir este tipo de accidentes de tráfico el próximo verano.

Becky Watkins tenía tan sólo 19 años cuando fue arrollada por un turismo a la salida de una famosa discoteca de la isla. La adolescente, que había llegado a Eivissa el día anterior a su fallecimiento, fue atropellada cuando se dirigía hacia una de las paradas de autobús que se encuentran en dicho tramo de la carretera que une Eivissa y Sant Antoni.

Según la madre de la víctima, las marcas viarias de la carretera eran muy leves y no había aceras por las que transitar. En su reclamación, la señora Watkins añadió que después del accidente la velocidad permitida en dicho tramo fue reducida de ochenta kilómetros por hora a cincuenta. Además, añadió que a raíz del fatal accidente fueron instaladas señales luminosas a lo largo de esta carretera, indicando que las autoridades de la isla ya conocían el elevado índice de accidentalidad de dicho tramo.

En las declaraciones realizadas por la madre de la joven fallecida figuró también el testimonio del artista pop Boy George, Dj de una de las discotecas y que vio el cuerpo de la adolescente sobre el asfalto. El popular músico británico señaló entonces que «nunca podría olvidar» aquella imagen.