El arquitecto municipal, Rafael García Lozano, explicó a los vecinos el estado del inmueble afectado por el derrumbe. Foto: P.T.

El Ayuntamiento de Eivissa decidió ayer iniciar los trámites para expedientar a la empresa Viajes Barceló S.L. por las obras iniciadas en su local situado en la avenida de Sant Jordi, el cual se desplomó el pasado sábado por la mañana. El arquitecto municipal, Rafael García Lozano, confirmó que dicha empresa había contratado los servicios de la constructura Saguri S.A. para iniciar los trabajos sin contar con la licencia municipal.

Ayer también pudo saberse que el pasado 10 de enero el Ayuntamiento remitió un escrito a Viajes Barceló para que no diera comienzo a las obras, puesto que según lo proyectado la licencia de obra menor solicitada el 13 de diciembre de 2000 no se correspondía con la realidad. Pese a ello, tal y como confirmaron algunos de los vecinos desalojados debido al derrumbe, las obras ya habían dado comienzo con anterioridad, ignorando este trámite obligatorio. De hecho, el Ayuntamiento requirió a la empresa un estudio básico de seguridad y salud que no fue presentado. Por todo ello, el Consistorio ha incoado un expediente de infracción urbanística «que determinará si son necesarias sanciones y permitirá depurar responsabilidades», indicaron desde el Ayuntamiento.

Por su parte, el arquitecto municipal se reunió, con los planos del edificio sobre la mesa, con los responsables de Viajes Barceló después de haber examinado visualmente el local que se vino abajo. García Lozano señaló que el estado del inmueble adyacente, que tuvo que ser desalojado, es «peor de lo que se esperaba». El arquitecto estimó que serán necesarias entre dos y cuatro semanas para que las familias que ocupaban las ocho viviendas puedan volver a sus hogares. «Las cuatro viviendas situadas en el segundo piso son las que están en mejor estado y podrán habitarse antes, a diferencia de la primera planta, más afectada», relató García Lozano, para añadir que las tareas darán comienzo lo antes posible y consistirán en un primer término en el desescombro de la zona y el apuntalamiento de la fachada dañada, de la que se desprendió un balcón por completo. Los locales comerciales, según el arquitecto, también podrían ser reabiertos en breve.