Una llamada recibida en el teléfono móvil del acompañante del
conductor camión que chocó contra un autobús escolar el pasado 6 de
julio en Golmayo (Soria) fue la causa desencadenante del accidente
que provocó 28 muertos y 13 heridos, la mayoría adolescentes. Esta
es una de las conclusiones de los informes que la Dirección General
de Tráfico encargó al Centro Zaragoza y al Instituto Universitario
de Investigación del Automóvil, y que fueron remitidos al Juzgado
de Soria que investiga el caso.
Concretamente, el informe del Centro Zaragoza, instituto de
investigación de reparación de vehículos dependiente de UNESPA, la
patronal de seguros, señala que poco antes del punto de colisión el
camión desaceleró lentamente desde 88 a 81 kilómetros por hora, por
lo que no existe exceso de velocidad por parte del camión.
El informe señala que la Guardia Civil de Tráfico verificó la
existencia de la llamada, que se recibió a las 15 horas, 43 minutos
y 53 segundos, coincidente con la hora del accidente. Dicha llamada
fue recibida por el teléfono móvil propiedad del acompañante del
conductor, procedía de Portugal e iba dirigida al citado
acompañante, quien la contestó, pero no llegó a hablar con el
emisor, lo que pone de manifiesto que la colisión se produjo
instantes después de que el teléfono móvil comenzase a dar
aviso.
Ante esta situación, «el conductor del camión podría haberse
visto sometido a una distracción de apenas un par de segundos,
suficiente como para adentrase en el carril contrario y sin ni
siquiera llegar a ver el peligro que se acercaba colisionar con el
autobús que circulaba en sentido contrario y ceñido a la línea
longitudinal central de la calzada».
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