La Sección nº1 de la Audiencia Provincial debía juzgar a primera
hora de la mañana de ayer al ciudadano alemán Gustav S., acusado de
haber asesinado por asfixia a su suegra, Martha Bickelmann, en
Formentera en 1995. Pero el juicio no pudo llegar a celebrarse por
la incomparecencia del acusado, quien actualmente reside en su país
de origen. Una vez certificada la incomparecencia, el tribunal
procedió a tomar declaración a dos de los testigos citados: una
enfermera del Centro de Salud de Formentera y al celador del
cementerio de la isla. La Audiencia también dictó la orden de
búsqueda y captura del acusado.
Los hechos ocurrieron en junio de 1995. Al parecer, Gustav S.
intentó asfixiar a su suegra presionando con fuerza sobre su tórax
y causándole roturas en los costales. Durante su testimonio, la
enfermera declaró no recordar si la fallecida presentaba moratones
en su cuello o si el cuerpo recibió algún golpe violento en el
Centro de Salud. Según la declaración, la enfermera escuchó el
aviso de que ingresaba una mujer con parada cardiorespiratoria y se
procedió a intentar reanimarla con masajes en el tórax. A pregunta
de la defensa, la testigo indicó que si bien la rotura de costillas
podía ocurrir durante el masaje de reanimación no recordaba si este
extremo había sucedido.
El sospechoso es un hombre de edad avanzada y huyó de Eivissa
hacia Alemania tras ser puesto en libertad provisional. Según
explicó su abogado defensor, Gustav S. «se puso a disposición de
las autoridades alemanas al entender que al ser él y la víctima de
origen alemán sólo podía ser juzgado en aquel país». La justicia
germana sobreseyó el caso al no encontrar pruebas inculpatorias. El
ministerio fiscal y la acusación particular solicitaron la prisión
provisional del acusado en Alemania.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.