Jens Martin falleció asesinado en este tramo de la carretera que lleva a la zona residencial de «Colinas Aníbal». Foto: K.T.

Jens Martin, el ciudadano alemán asesinado el pasado 29 de agosto en la zona de «Colinas Aníbal, pasaba por una situación económica difícil, aunque mantenía un piso en alquiler en Munich. De hecho, uno de los últimos contactos del fallecido con su país de origen fue para 'calmar' a su casero en aquella ciudad, al que debía dinero a causa de dicho arrendamiento.

Según informaciones recogidas por este periódico, Martin comunicó a su arrendador que se encontraba «apretado» de dinero y que trabajaba en pequeños empleos en Eivissa (como pintor y como guía turístico, entre otros) para poder subsistir, aunque el dinero apenas le llegaba para ello. Asimismo, Martin comunicó a su casero que le pagaría todo lo que le debía en cuanto los tiempos mejoraran.

Por otra parte, la cadena televisiva alemana SAT 1 recogió hace pocos días declaraciones de Gerhard Wsith, primo del fallecido, quien indicó que el asesinato de su familiar era un hecho «inimaginable». Wsith destacó ante los reporteros germanos el «gran corazón» de Martin, aunque también reconoció que éste era «terco y cabezón». Este familiar resumió sus sentimientos al catalogar el crimen de «infame».

Jens Martin nació en la localidad de Jena, en la antigua República Democrática Alemana (RDA). Su madre, una mujer del este, y su padre, del oeste, estaban separados, por lo que no llegó a conocer a su progenitor hasta los 16 años de edad en la ciudad de Munich. La víctima era una persona muy desapegada de su familia y podría considerarse un buscavidas, con una situación laboral continuamente inestable y que se encontraba siempre en movimiento, como demuestra el hecho de que mantenía una residencia en Eivissa y otra en Munich.