Una pasajera del rápido tuvo que ser atendida por una uvimóvil al llegar al puerto. Foto: V.F.

J.J. MONERRI La Capitanía Marima ya ha abierto el preceptivo expediente para aclarar lo que ocurrió anteanoche en el «Rápido de Formentera», barco cuya tripulación, acusada de ir bebida a bordo, fue denunciada por el pasaje después de que la embarcación tardara dos horas en atracar en el puerto de Eivissa aparentemente por una avería ocurrida en un motor. Así lo confirmó el capitán marítimo de Eivissa, Jesús Valera. Este trayecto se suele cubrir en menos de media hora.

La investigación, que baraja si existió una falta grave o, en caso peor, muy grave y que durará varios meses, ya tiene en cuenta todos estos elementos, incluida la negativa del capitán del «Rápido de Formentera» a someterse a las pruebas de alcoholemia que se le quisieron practicar. Así sucedió una vez que la unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil tomó delcaración al capitán. Ello se le pidió cuando eran evidentes síntomas de ebriedad en su persona, según fuentes conocedoras de la investigación.

La naviera responsable del barco, Balèaria, ha abierto al mismo tiempo su propia investigación interna mientras que se ha procedido a relevar al capitán afectado por estos hechos, un hombre con ocho años de experiencia en la línea de rápidos entre Eivissa y Formentera y a quien no consta la apertura de expediente anterior alguno. Baleària atribuyó la razón principal del retraso del rápido, que zarpó de Formentera a las 19.30 horas, a una avería en un motor que se produjo a mitad de trayecto, en aguas de es Freus. El gerente de la compañía, Perfecto Cortés, aclaró ayer que esta clase de roturas en este tipo de embarcaciones suele ser habitual cuando se navega con fuerte temporal, como ocurrió anteayer. El rápido ya se halla operativo después de que se haya subsanado el problema.