La procesión de la «madrugá» del Jueves Santo en Sevilla fue presa del pánico por el efecto de varios grupos de jóvenes, que sembraron el terror entre el público y los penitentes, provocando avalanchas de gente que arrojaron como resultado varias decenas de heridos. Aunque la policía y el ayuntamiento de Sevilla todavía no parecen haberse puesto de acuerdo respecto a los motivos que desencadenaron el caos en la más sentida procesión sevillana, todo apunta a que varios grupos de jóvenes decidieron reproducir la escena final de la película «Nadie conoce a nadie», de Mateo Gil e interpretada por Jordi Mollà y Eduardo Noriega. La trama argumental de la película gira en torno a un maquiavélico juego de rol y se resuelve con una violenta escena durante una procesión de Semana Santa que desata el pánico entre los allí presentes. Aunque hasta el momento no se ha podido probar la relación del suceso acaecido en el transcurso de la madrugada del jueves al viernes con el desarrollo de un juego de rol, se tiene como único dato confirmado la detención, por parte de la policía, de un joven con antecedentes penales que amenazaba con un cuchillo al público. Fuentes del ayuntamiento de Sevilla fueron más allá de la versión policial y confirmaron que fueron «grupos organizados» con ánimo de «enturbiar la paz» en la ciudad los que entre las 5.30 y las 6 de la madrugada del viernes provocaron la estampida de miles de personas.