J.J. MONERRI El Grupo Especial de Desactivación de Explosivos (GEDEX) de la Guardia Civil de Eivissa realizó el pasado martes en el acuartelamiento de sa Coma la voladura controlada de dos proyectiles, un obús anticarro y otro antiaéreo, que fueron requisados en una casa de campo de Sant Rafel. Los agentes de la Benemérita se incautaron también en este mismo servicio de cerca de cuatro kilos de pólvora de distintos tipos.

El «propietario» de toda esta munición era el inquilino de una vivienda que se está intentando localizar para que explique la procedencia del armamento. El descubrimiento fue posible en la tarde del martes después de que la dueña del inmueble fuera a ver el estado de la casa una vez que el alquilado abandonó definitivamente este domicilio. Al ver los proyectiles, dio aviso a la Guardia Civil, actuando tanto el servicio de Intervención de Armas de la Benemérita como agentes del GEDEX.

El obús anticarro, del calibre 60/50, era de 1963, se hallaba lanzado y activado y su carga era de trilita, un componente altamente explosivo. El proyectil, con un peso aproximado de tres kilos, tenía 18 centímetros de diámetro y 30 centímetros de longitud. El otro proyectil decomisado estaba cargado con hexal, aún más explosivo que la trilita. Su tamaño, sin embargo, era más pequeño. El obús, del calibre 30, poseía una longitud de 18 centímetros.

Los primeros datos apuntan a que ambos proyectiles fueron encontrados y posiblemente perdidos en unas maniobras de tiro del Ejército. Otro tanto es aclarar la procedencia de los cuatro kilos de pólvora, repartidos en diferentes botes. Toda la munición se hallaba, a su vez, distribuida en distintos puntos de la vivienda.